Secta sería un grupo religioso que se caracteriza,
en grado mayor o en grado menor, por las siguientes notas:
a) Ruptura con la sociedad. Generalmente la secta es fundada en oposición
a las ideas y practicas vigentes. Esto hace a los miembros de la secta
pasionales. La secta, sin embargo, profesa un radicalismo religioso,
que puede significar estrechez, mezquindad, integrismo o fundamentalismo.
b) Obediencia total a un jefe o gurú “carismático”.
El grupo se configura en torno a un hombre o una mujer que parece
tener dones particulares, principalmente en lucha contra los poderes
del mal, de las enfermedades, de la desgracia, de la depresión,
etc.
c) Tendencia al secreto. La vida interna de la secta queda bajo sigilo,
de manera que existe estricta vigilancia de los miembros de la secta
entre ellos mismos y, eventualmente, vigilancia del jefe “carismático”
sobre cada uno de los miembros.
d) Emoción y afectividad mucho más que raciocinio. El
entusiasmo del jefe es tal, que puede cegar o fanatizar a los adeptos
de la secta. Estos siguen el principio: “Tal o tal proposición
es verdadera si se siente en su corazón”.
e) Proselitismo. Para las sectas, el mundo entero está pervertido
o bajo el poder del Maligno y, llevados por tal negativismo, los miembros
de las sectas tienen siempre la tendencia de conquistar nuevos adeptos
con el fin de salvarles de la perdición. El proselitismo obliga
al proselitista sectario, que es entrenado para ser la fuente respectiva
del mensaje, no siempre según los criterios de la verdad objetiva.
Existen muchos preconceptos en la doctrina de las sectas, preconceptos
que llevan a la agresividad hipócrita y deshonesta.
f) Culto caluroso. En muchas sectas, las asambleas de culto son prolongadas;
constan de cantos, letanías repetitivas, imposición
de las manos, transe y “terapias” atribuidas al poder
del de allá arriba.
g) Ya que el mundo no va bien, las sectas esperan en breve una drástica
intervención divina. Luego, el fin del mundo está próximo
o, al menos, el fin de una etapa del mundo está próximo.
Cuando vaya a ocurrir este fin – dicen las sectas – las
cosas entonces mejoraran. Es claro que este tipo de expectativa no
deja de suscitar una especie de clima de miedo y de una cierta paranoia
en sus seguidores.
Ahora pregúntese usted mismo: ¿Vale la pena renegar
a su fe bautismal para seguir a una secta fundada por falsos profetas
o gurús carismáticos, después de tantos siglos
de la fundación de la Iglesia de Nuestro Señor?
Padre Ed Cunha.