El sociólogo Gilson Gondim comenta la multiplicación
de “iglesias” protestantes, mostrando así la manipulación
del concepto de iglesia por parte de emprendedores que llegan hasta
a vender Iglesias con todos sus miembros o feligreses. Las nuevas
comunidades tienen nombres que según el sociólogo, son
nombres fantasiosos, o que ilustran la degradación de la noción
de Iglesia. Es muy fácil fundar una iglesia protestante en
la América Latina. Basta formar un grupo de ocho personas,
hacer una reunión para aprobar el acta de fundación,
elaborar un estatuto y registrarla en una escribanía. Una de
las partes muy importante es la de los esfuerzos en escoger el nombre
de la secta.
Algunos de los emprendedores protestantes evangélicos escogen
nombres grandes y pretenciosos. Otros incluyen palabras consagradas
por otras denominaciones ya establecidas en la sociedad. Los más
expertos hacen las dos cosas. Es el caso, por ejemplo, de la Iglesia
de la Asamblea de los Santos, que copian a los nombres de la Iglesia
Pentecostal Asamblea de Dios y de Neo-Pentecostal, la secta brasileña,
Iglesia Universal del Reino de Dios, conocida popularmente como “Pare
de Sufrir”, etc. La pretensión se queda por cuenta del
adjetivo “Universal” y del sustantivo “Santos”.
Algunas Iglesias hacen una verdadera ensalada teológica. Es
el caso de la secta llamada “Iglesia Evangélica Musulmana
Jehová es Padre” y de la “Iglesia Evangélica
Espíritu _acional”. Si el fundador por si acaso desiste
del negocio, puede vender la iglesia.
Entre las centenas y centenas de sectas que existen dentro del ala
protestante, muchas llegan a tener nombres estrambóticos. Veamos
solamente algunas de estas:
Iglesia Evangélica Pentecostal Saliva de Cristo;
Asociación Evangélica Fiel hasta Abajo del Agua;
Iglesia Evangélica Abominación a la Vida Tuerta;
Iglesia Balón de Nieve;
Cruzada Evangélica del Pastor Waldevino Coelho, la sumidad;
Iglesia Pentecostal del Pastor Sassá;
Iglesia Evangélica Adán es el Hombre;
Iglesia Paloma Blanca;
Iglesia del Amor Mayor que Otra Fuerza;
Iglesia Evangélica Bautista Barranco Sagrado;
Iglesia Pentecostal Jesús Viene, Usted se Queda;
Iglesia Evangélica Pentecostal La Última
Embarcación Para Cristo;
Iglesia Bautista La Paz del Señor y Anti-Globo;
Iglesia Cristo es Show…
¿Qué Decir?
Todo esto nos lleva a reflejar o meditar sobre la dolorosa realidad
de la comercialización de los valores sagrados. Puede creerse
que muchos de aquellos que fundan una nueva iglesia, lo hacen de buena
fe, no dándose cuenta del mal que cometen. Pero, tal es el
subjetivismo – subjetivismo este que fue patrocinado por Lutero
con su tesis de la “libre consulta de la Biblia” –
impregnado en esos hermanos que conciben la Iglesia como un club o
un partido político, que cada interesado puede fundar y vender
de acuerdo con sus conveniencias.
En verdad, solamente existe una Iglesia fundada por Nuestro Señor
Jesús; aquella que Él la llama mí Iglesia; aquella
que Él construyó sobre la ROCA y confió el pastoreo
a Pedro y sus sucesores. El resto, es simplemente resto, o sea, son
todas iglesias fundadas por hombres.
Si los cristianos conocieran mejor la historia de las sectas protestantes,
no se unirían a ellas tan fácilmente o las abandonarían
sin mucha demora, porque se darían cuenta que son todas obras
del hombre que se opone a la intención de Nuestro Señor
Jesús.
Ahora, pregúntese usted mismo: ¿Vale la pena renegar
el su bautismo y dejar la única Iglesia fundada por nuestro
Señor para adherirse a comunidades fundadas por hombres, quince
o mas siglos después del Él?
Padre Ed Cunha.